Amigos y
Amigas, quiero mandarles un saludo fraterno y expresarles mis mejores deseos de
salud, armonía, paz y prosperidad. Estamos en mayo de 2016, los momentos que
estamos viviendo donde todos los días escuchamos y leemos la palabra crisis nos
hace reflexionar en la necesidad que todos tenemos de superarnos y
desarrollarnos como seres humanos. La crisis tan sonada que vivimos la debemos
ver como una oportunidad que tenemos para aprender, para superarnos, para desarrollarnos
y crecer como personas en la escuela de la vida. En realidad, todos vamos en la
misma nave y todo depende de como vemos el mundo en el día a día, pero la forma
como vemos el mundo es de acuerdo a la educación y cultura que hemos recibido a
lo largo de nuestra vida.
La
superación personal comienza cuando sentimos la necesidad de alcanzar un mejor
nivel de vida, de bienestar y satisfacción personal. La superación de las
personas no es producto de la casualidad, del destino o de la buena suerte, la
superación es un principio universal porque todos los seres humanos de manera
natural buscamos la superación en la vida. En la naturaleza y la Creación
observamos que todo está en evolución, desarrollo y progreso, pero como todo en
el universo tiene una contraparte, existe también el principio de resistencia. Cuando
una persona no logra comprender el sistema en el cual vivimos esa persona fracasa,
sufre, cae en la victimización, en el conformismo, en la enajenación o bien
busca la salida por la puerta falsa. La superación personal no se da de la
noche a la mañana, la superación personal es un proceso porque nos vamos
superando conforme nos vamos conociendo a si mismos, nuestra individualidad y
dignidad, el lugar que ocupamos en la Creación, nuestro potencial humano,
nuestras relaciones con las demás personas y con el mundo en el cual vivimos. La
superación personal es un proceso que solamente acaba cuando logramos realizar
la misión que traemos en la vida a través del ejercicio de nuestra vocación,
logrando así nuestra realización integral, la armonía, la paz y la felicidad
que todos buscamos.
La
superación personal empieza cuando nos damos cuenta del valor que tenemos como
personas, pues todas las personas en cualquier parte del planeta tierra somos
únicas, valiosas y merecemos lo mejor de la vida. Es mentira que somos pobres
seres humanos que estamos aquí para sufrir, nosotros realmente somos seres únicos
y valiosos que tenemos dignidad, realmente somos seres espirituales hechos a la
imagen y semejanza del Creador. Debemos aprender a valorarnos, aceptarnos, amarnos, respetarnos,
creer en nosotros mismos, empezando por reconciliarnos y perdonarnos a si mismos. Si
queremos superarnos debemos fortalecer nuestra autoestima y evitar las
situaciones que la destruyen, como la comparación, la competencia, la crítica, la
identificación, la negatividad, el ocio, la preocupación, la agresividad,
la victimización, etc. Cuando hayamos fortalecido nuestra autoestima, estaremos
preparados y podremos usar todas estas situaciones críticas de la vida para
aprender y superarnos. Todas las personas son valiosas sin excepción, pero da
dolor cuando las personas por su ignorancia caen en lo más bajo de la
inconsciencia humana que es la auto-lástima y la auto-condenación. Solo valorándonos
a nosotros mismos podemos valorar a las personas que nos rodean. Debemos
construir una autoestima equilibrada y saludable de momento en momento, con
paciencia, con interés, porque la verdadera superación es un proceso continuo y
consciente.
Realmente todos somos seres únicos y valiosos en
la Creación porque tenemos el poder de crear nuestra vida todos los días con lo
que pensamos y sentimos. No podemos
seguir pensando en el castigo divino o en la mala voluntad del vecino. No
podemos seguir sintiéndonos victimas del sistema o los culpables de nuestros fracasos
y menos aún condenarnos a nosotros mismos. Hay que reconocer y aceptar que
somos valiosos y únicos, hay que interesarnos por conocer y comprender el poder
de nuestros pensamientos, emociones y sentimientos. Lo que estamos viviendo en
este momento es el resultado de lo que hemos pensado y sentido en el pasado. La
pobreza y la riqueza, la salud y la enfermedad, la alegría y la tristeza, el
sufrimiento y la felicidad, las preocupaciones y la paz son estados mentales
que nosotros creamos. Todos merecemos lo mejor de la vida: salud, sabiduría, abundancia,
éxito, prosperidad, armonía, paz, felicidad, etc. Si queremos un futuro mejor
es necesario cambiar nuestra manera de pensar, de sentir y de hablar. El
presente es hijo del pasado, el futuro es hijo del presente, todos tenemos hoy
la oportunidad de crear el futuro que deseamos vivir.
El éxito
de las personas no es producto de la casualidad, del destino o la buena suerte,
el éxito es un estado de satisfacción plena que las personas exitosas han
construido a través de un proceso de superación continua. Las personas de éxito
son conscientes de su valor como personas, se aceptan a sí mismas, creen en si
mismas y se sienten merecedoras de lo mejor que la vida les puede dar. Las
personas exitosas siempre piensan y sienten positivamente de si mismos y de los
demás, tratan a los demás como les gustaría ser tratadas y desean a los demás
todo lo mejor que desean para ellas. Las personas exitosas han aprendido a usar
de manera inteligente el poder del pensamiento, del sentimiento y de la
imaginación para crear el mundo que desean vivir. Las personas de éxito han
logrado conocerse a sí mismas, reconocen y aceptan su ser interior, son
generosas y agradecidas con la vida y el Creador. Las personas exitosas han
logrado descubrir su vocación y su misión en la vida, y saben que su éxito
depende del servicio a los demás, logrando establecer relaciones humanas armoniosas.
El éxito verdadero no es llenarse de cosas o acumular títulos o dinero, el
éxito verdadero es un estado de satisfacción interior que nos da la armonía, la
paz y la felicidad.
La
superación personal nos lleva a la comprensión de los principios que rigen las
relaciones entre los seres humanos. Cuando observamos la dinámica de las
relaciones humanas vemos que nadie puede vivir aislado de las personas, todos
necesitamos de los demás y los demás necesitan de nosotros, por lo que es
imprescindible comprender la naturaleza del ser humano y los principios que
rigen las relaciones humanas exitosas entre las personas. Como seres humanos
tenemos una serie de necesidades derivadas
de nuestra naturaleza biológica, emocional, mental y espiritual que
requieren ser satisfechas en nuestras relaciones con los demás. Así como
alimentamos nuestro cuerpo físico con la comida las personas también se
alimentan afecto, cariño y amor y buscan relaciones que les dejen caricias que
pueden ser sonrisas, halagos o palabras. Es importante considerar que las
personas cambian constantemente y esos cambios generan necesidades que
anteriomente no tenían. En las relaciones humanas cada estímulo de parte de
alguien provoca una respuesta en los demás, por lo que nuestras libertades deben
ser ejercidas teniendo en cuenta el respeto a las libertades de los demás pues
cuando rompemos el equilibrio en las relaciones, generamos caos, desarmonía y
sufrimiento. Toda relación entre personas es un intercambio de energías donde las
personas pueden verse enriquecidas o dañadas. Cuando comprendemos que el nivel
más alto de una relación se obtiene cuando podemos obtener caricias de una
persona y a la vez proporcionarselas, hemos aprendido a establecer relaciones humanas
equilibradas y permanentes.
La
superación personal es un proceso que conduce a las personas a alcanzar mejores
niveles de vida, de bienestar y satisfacción personal, pero como nadie puede
vivir aislado de los demás, es necesario superarnos también en el contexto
familiar, laboral, comunitario y social. Por eso es necesario desarrollarnos
como seres humanos conscientes de que somos parte de una sociedad y finalmente
del género humano. Por desarrollo humano comprendemos la consecución progresiva
de mejores condiciones de vida, de bienestar y satisfacción personal de los seres
humanos que formamos una sociedad, dentro de una ambiente de libertad, de respeto,
de opciones y oportunidades, donde las personas más allá de sus logros
personales, tengan la oportunidad de desarrollarse de manera integral tanto
material como espiritualmente y participar conscientemente en la construcción
de una sociedad próspera que a la vez es parte de la gran sociedad humana. Convertirse
en un líder de la comunidad, convertirse en un líder de la sociedad más allá de
ser la cabeza de una familia, indudablemente nos da la oportunidad para
superarnos más y mejor como personas y desarrollar el potencial que todos tenemos
como seres humanos en pro de la humanidad. ¡¡¡Les dejo mis mejores deseos de
salud, armonía, paz y prosperidad!!!
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